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En nuestro anterior artículo hablamos largo y tendido sobre cómo elegir al Tatuador o Estudio de tatuajes ideal. Como gustó mucho nos llegaron algunos correos agradeciendo el artículo de personas que iban a hacerse un tatuaje como también nos llegó otro eMail de un tatuador que nos dijo que los clientes también tienen lo suyo. Como es lógico seguimos charlando con él de este tema y fruto de esas conversaciones decidimos crear este artículo para que sepamos qué tipo de cliente eres cuando te están haciendo un tatuaje.

El cliente cuando se tatúa no es el mismo que entra por la puerta del Estudio

Hacerse un tatuaje es una ocasión trascendental para cualquier persona por que está marcando su cuerpo para el resto de su vida. Para muchas personas, el tatuarse es un momento de júbilo y emoción, para otros es un momento de reflexión en silencio y pensamiento. Cada una de las personas que se han hecho un tatuaje saben que es una experiencia única, sin embargo, cada uno de nosotros encajamos en alguna de las categorías de las que vamos a hablar ahora.

Tal vez esto pueda ser una generalización poco científica de las personas que se han hecho un tatuaje pero seguro que al leerlas encontrarás una en la que más encajas, o peor aún, ¡reconocerte un poco en todas ellas! Vamos a verlas

El cliente hablador

Al ir a ser tatuado te colocas lo más cómodo posible en una especie de camilla al lado del tautador. Lo normal en estas circunstancias es que mantengas una pequeña charla o conversación general con el artista del tatuaje antes y durante el trabajo. A muchas personas les tranquiliza el hablar con su tatuador porque no olvidemos que estamos ante algo que va a ser para toda la vida.

Sin embargo, algunos clientes se toman esto a un nivel muy diferente, superior, y lo interpretan como si el cliente estuviera en la consulta de un especialista y como una terapia. Les da por compartir sus problemas o alegrías como forma de calmar la ansiedad que supone para ellos hacerse un tatuaje. Tampoco es que sea negativo porque los buenos tatuadores pueden aprovechar los detalles de la conversación para afinar aún más las características del dibujo.

En MV Aseguradores sabemos que personas que hablan durante el tatuaje no suelen ser en absoluto una molestia, según nos cuentan los artistas, siempre y cuando no “fuercen” a hablar al que está manteniendo el pulso con la tinta en la mano.

El cliente que no para de gritar

Como su nombre indica, el gritón es alguien que se expresa demasiado alto mientras le están clavando las agujas. Bueno, más bien podríamos definirlo como el que se pasa casi todo el tiempo que dura el tatuaje gritando.

Estos clientes dejan que el dolor de su tatuaje de saque lo mejor de ellos y no tienen miedo de mostrarlo, van a gemir, llorar y gritar el tiempo que dure su tatuaje … pero al final, acaban dejando que el artista termine su obra en la piel enrojecida del sufrido cliente. La vedad es que no hay nada como un tatuaje de relax …

El cliente que nunca dice nada, el silencioso

En oposición a la persona que habla y al que grita existe un tipo de cliente al hacerse un tatuaje que permanece en silencio durante todo el tiempo que dura el tatuaje. Suelen ser personas que utiliza el tiempo que dura la obra para la reflexión. Ellos, por supuesto, no van a evitar responder si el tatuador les pregunta pero lo que si es seguro es que se abstendrán de dar pie a cualquier conversación que entrañe algo de profundidad.

Recuerda que están a lo suyo. En cambio, este tipo de cliente simplemente se sienta en silencio y dejan ser tatuados en relativa paz, de manera que los silenciosos se parecen a los que hablan mucho porque utilizan ese tiempo para ellos mismos, es decir, unos para desahogarse y los segundos para reflexionar.

Al equipo de seguro de tatuadores ya sólo nos queda preguntarte: ¿qué tipo de cliente de tatuaje has sido o vas a ser tu?

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